
Aunque es una duda pertinente, pues estamos asistiendo a una transformación notable en muchos sectores en los que ya estamos viendo que desaparecen puestos de trabajo por la Inteligencia Artificial, o que se simplifican muchos de los trámites que antes se realizaban, la respuesta breve a la pregunta es que NO.
¿Por qué no desaparecerán las asesorías?
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La normativa seguirá siendo compleja y cambiante
Aunque los Estados avancen hacia un control más automatizado e instantáneo (por ejemplo, con herramientas como el SII en España, la factura electrónica obligatoria, el cruce automático de datos con Seguridad Social, etc.), la interpretación y aplicación práctica de esa normativa sigue siendo compleja. Cada empresa tiene casuísticas distintas, y ahí es donde la asesoría aporta valor. -
Las decisiones estratégicas seguirán necesitando criterio humano
Aspectos como la planificación fiscal, la optimización de costes laborales o la elección de la forma jurídica más adecuada requieren de análisis, criterio y asesoramiento personalizado. Esto no puede automatizarse por completo. -
Los errores y sanciones seguirán existiendo
A pesar del control automatizado, el margen de error humano y técnico (por parte del cliente o incluso del sistema) persiste. Las asesorías seguirán siendo esenciales para prevenir y resolver incidencias ante la administración. -
La mediación con la administración sigue siendo clave
En muchas ocasiones, las asesorías actúan como intermediarios eficaces entre el cliente y la administración pública, resolviendo notificaciones, recursos, inspecciones y requerimientos que no pueden gestionarse automáticamente.
¿Qué funciones desaparecerán o cambiarán?
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Desaparecerán tareas mecánicas y repetitivas
Como la introducción manual de datos, el cálculo de retenciones o la elaboración de nóminas estándar. Muchas de estas tareas ya están siendo asumidas por software de gestión o directamente por las plataformas de la Agencia Tributaria o la Seguridad Social. -
Disminuirá la demanda de asesorías “pasivas”
Aquellas que se limitan a presentar modelos trimestrales o hacer nóminas sin aportar análisis o estrategia perderán relevancia. El cliente podrá hacer esto directamente o a través de automatizaciones.
Hacia qué modelo evolucionará la asesoría
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De procesadores de datos a consultores estratégicos
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De tareas mecánicas a análisis y prevención
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De clientes pasivos a relaciones de confianza a largo plazo
Las asesorías que sobrevivan serán las que se digitalicen, se formen continuamente y ofrezcan un valor añadido que no se pueda automatizar.
La figura de la asesoría tradicional está en proceso de transformación profunda, pero no de desaparición. Al contrario: su papel como asesor estratégico crecerá, siempre que se adapten a los nuevos tiempos. La automatización y el control del Estado eliminarán tareas rutinarias, pero no sustituirán la inteligencia humana aplicada a la gestión empresarial.